La diabetes es una enfermedad que afecta la capacidad del organismo para usar y almacenar azúcar. Se caracteriza por concentraciones elevadas de azúcar en sangre, sed excesiva, aumento de la excreción de orina y alteraciones en los vasos sanguíneos del cuerpo. Puede causar trastornos graves en los ojos y se estima que puede representar entre un 20 y un 30 % de las cegueras
¿Qué es la retinopatía diabética?
La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes y una de las causas principales de la ceguera. Ocurre cuando la diabetes daña a los pequeños vasos sanguíneos de la retina.
Aunque el problema de la prevención de la ceguera en los diabéticos es muy complejo y engloba a los médicos generales, endocrinólogos y oftalmólogos, muchos de los casos de ceguera podrían prevenirse eficazmente con un diagnóstico adecuado y una intervención terapéutica precoz. Por lo tanto, es necesario que la población diabética conocida esté informada de sus riesgos oculares y siga las pautas de revisión oftalmológica recomendadas por sus médicos.
Todas las personas con diabetes, tanto del tipo 1 como del tipo 2, corren riesgo. Por eso, todas las personas con diabetes deben hacerse un examen ocular con dilatación de las pupilas, por lo menos una vez al año.
¿Cuáles son los síntomas de la retinopatía diabética?
Los primeros síntomas que se presentan con la retinopatía diabética son:
- Disminución de la visión nocturna.
- Pobre recuperación de visión posterior a exposición a luz brillante.
- Alteraciones en la visión de colores (principalmente azul y amarillo).
Es importante anotar que para que aparezcan síntomas la enfermedad debe estar en fases avanzadas donde el tratamiento no es tan efectivo.
¿Cómo se ve con la Retinopatía Diabética?
¿Cuál es el tratamiento para la retinopatía diabética?
El tratamiento de la retinopatía diabética depende del estado de la enfermedad.
En la mayoría de los casos el tratamiento está encaminado a detener el progreso de la enfermedad. Es por eso que el tratamiento ideal es la prevención, para nunca llegar a estados avanzados de la enfermedad.
Es importante realizar controles periódicos para que el nivel de glucosa no suba con el fin de que la retinopatía no se inicie o aumente.